El Ceda de Control acaba de abrir sus puertas en Seattle y sus clientes no escasean. Se trata de un servicio exclusivo de se oritas de compa a para los clientes m s distinguidos, desde magnates de negocios hasta miembros de la realeza extranjera. Este consolidado y exitoso negocio a nivel internacional ofrece una selecci n elitista de mujeres que est n m s que listas y dispuestas a satisfacer las necesidades que cualquier hombre pueda tener sin hacer ning n tipo de preguntas. La confidencialidad es su requisito indispensable. Jewell Weston es una chica de veinticuatro a os que se encuentra desesperada y sin hogar. Hace dos a os, dej su trabajo para cuidar de su madre enferma y su hermano menor. Los gastos m dicos incurridos por el c ncer que se llev a su madre dos meses atr s le han arrebatado todo lo que su familia ten a y el estado le ha quitado a su hermano, quien ahora tiene diez a os. La nica manera de conseguir la tutela del ni o es encontrando un lugar donde vivir y un puesto de trabajo. Cuando una mujer vestida de cachemir y cubierta de perlas se acerca a ella alegando que puede cambiar su vida y le entrega una tarjeta con el nombre de la empresa Ceda de Control, la joven piensa que no tiene nada que perder si llama al n mero de tel fono. Tal vez esta sea la respuesta a sus plegarias; la manera de rescatar a su hermano peque o de la horrible casa de acogida en la que se encuentra. Blake Knight, conocido por todo el mundo como un hombre fr o y sin coraz n, recibe de su perverso hermano, quien piensa que ser gracioso ver c mo su impasible hermano se retuerce un poco, un exclusivo pase para el Ceda de Control. Lo que este hermano no sabe es que tal vez Blake tenga unos deseos un poco inusuales que el Ceda de Control pueda atender a la perfecci n. Lo que empez como una broma resulta ser justo lo que Blake necesita. Aunque el mundo lo considera un hombre deliberado y sin emociones, no es m s que una fachada. Lo que yace bajo la superficie sorprender a a todos los que lo conocen. Cuando l y sus dos hermanos ten an seis, ocho y diez a os, fueron atados y obligados a mirar mientras que sus padres eran asesinados. A pesar de sus intentos por olvidar, esas im genes han permanecido grabadas a fuego en cada una de sus mentes, lo que ha hecho que los tres sean excesivamente cautelosos y recelosos a entregar su confianza a nadie m s que entre ellos mismos. Nadie tiene permiso a acceder a sus corazones. Los hermanos jam s pensar an que volver an a bajar la guardia en presencia de nadie m s, y ciertamente no delante de una mujer. Acompa a a Blake y a Jewell en su viaje y descubre si podr an encontrar un felices para siempre...